
La administración de Donald Trump cumplió su promesa de designar a varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. A partir del 20 de febrero, el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Cártel Unidos y La Familia Michoacana aparecerán en la lista negra de Estados Unidos. Esta decisión se basa en un decreto firmado por Trump poco después de asumir la presidencia y tiene como objetivo debilitar la infraestructura de los cárteles, al aplicar sanciones severas sobre sus fuentes de financiamiento y recursos.
¿Qué implica que Trump designe a cárteles mexicanos como organizaciones terroristas?
La designación de estos cárteles como terroristas implicará nuevas sanciones, tales como el congelamiento de cuentas bancarias de individuos relacionados con estas organizaciones. Esto dificultaría sus operaciones al bloquear el flujo de dinero, de manera similar a las restricciones impuestas a otros grupos extremistas como Hamás o Hezbolá. Sin embargo, la medida también podría afectar a México, generando posibles bloqueos en exportaciones y una percepción internacional negativa sobre la violencia en el país.
En respuesta, el gobierno de México ha expresado su preocupación, destacando que la designación podría generar más dificultades en las relaciones bilaterales. Claudia Sheinbaum, mencionó que, de ser necesario, se ampliaría la demanda contra los fabricantes de armas en Estados Unidos, dado que una gran parte del armamento en manos de los cárteles proviene de ese país.
Además, un informe reveló que más del 80% del territorio mexicano está bajo el control de organizaciones criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, organización que de acuerdo al mismo estudio tiene presencia en al menos 28 estados de la República Mexicana.
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