
La Arena Ciudad de México vibró el pasado 4 de mayo con el rugido del heavy metal cuando Judas Priest, leyenda británica del género, ofreció un espectáculo inolvidable ante 18 mil fanáticos como parte de su “Monsters Tour 2025”.
Acompañados por los suecos, Opeth, la noche se convirtió en una celebración multigeneracional del poder del metal.
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Judas Priest entregó una actuación poderosa que se vio realzada por una producción visual impactante
Con más de cinco décadas de trayectoria, Judas Priest encendió al público con un setlist que incluyó himnos como “Breaking the Law”, “Painkiller” y “Electric Eye”, junto a temas de su reciente álbum Invincible Shield.
Rob Halford, “El Dios del Metal”, lideró el show con su icónica energía y teatralidad, destacando el momento en que apareció en motocicleta para interpretar “Hell Bent for Leather”, provocando una ovación ensordecedora.
La banda, completada por Glenn Tipton, Richie Faulkner, Ian Hill y Scott Travis, entregó una actuación poderosa que se vio realzada por una producción visual impactante: luces, efectos especiales y escenografía digna de los grandes escenarios del mundo.
Los estoperoles, el cuero y la actitud desafiante marcaron el estilo inconfundible de la noche.
Opeth abrió la velada con su característico sonido progresivo, mezclando death metal con pasajes melódicos y temas de su nuevo álbum The Last Will and Testament.
Su presencia aportó una dimensión distinta al concierto, sorprendiendo gratamente a quienes no estaban familiarizados con su propuesta.
Judas Priest continuará su gira en Monterrey el 7 de mayo, esta vez sin Opeth. Pero para los que estuvieron en la Arena CDMX, la noche fue una experiencia irrepetible: un ritual sonoro que reafirmó la fuerza y vigencia del heavy metal.
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